La Unidad Penal N°9 "El Potrero" vivió momentos de alta tensión esta mañana cuando un interno se subió a la torre de agua del penal tras escapar de su celda de aislamiento. El recluso, que manifestaba problemas familiares, amenazó con lanzarse al vacío si no se atendían sus demandas.

La situación comenzó cuando el hombre logró salir de la celda en la que estaba confinado y ascendió rápidamente la estructura de la torre de agua. Desde allí, reclamó a las autoridades judiciales una respuesta a sus problemas personales y familiares, generando alarma entre el personal penitenciario.

La respuesta no se hizo esperar. Valentín Gómez Polito, jefe de la Unidad Penal N°9, junto con un equipo encabezado por un psicólogo, se dirigió al lugar para intentar resolver la crisis. Polito accedió a las demandas del interno de subir a la torre, con el objetivo de entablar un diálogo directo.

"El interno expresaba angustia por cuestiones familiares. La intervención conjunta del psicólogo, el director de la unidad y el personal fue crucial para persuadirlo de que desistiera de su acción", explicó Polito.

Finalmente, después de una tensa negociación, el recluso decidió bajar de la torre. Inmediatamente, fue atendido por el médico de turno y trasladado al Hospital Centenario para una evaluación del Servicio de Salud Mental, donde se determinará el tratamiento necesario.