Durante el 2020 la atención de pacientes de todas las edades estaba en relación con la circulación del virus Covid-19. La primera ola se produjo como una meseta de lento ascenso con un pico en la tercera semana de octubre. Este lento ascenso que no se volvió a repetir fue consecuencia del ASPO, que retrasó el aumento de contagios y permitió adecuar el sistema de salud aumentando la cantidad de camas y equipandolo para dar respuesta al aumento de hospitalizaciones que se producia por la falta de vacunas.

Durante enero y febrero de 2021 hubo un brote breve y poco importante al que le siguió la segunda ola en invierno, más importante y de ascenso más rápido que la ola anterior (pico de 40 mil casos contra 18 mil de la primer ola) y se empezó a ver los efectos de la vacunación. Los internados y fallecidos no seguían una relación directa con el aumento de los casos. 

La tecera ola se produjo en el verano de 2022 con un pico de 139 mil casos el 12 de enero y con un requerimiento de internación diez veces menor que lo que hubiera ocurrido si no existiera la vacuna, que había cumplido un año y demostró ser segura y eficaz.

Después que se iba retirando el Covid-19 (cepa Omicron) volvió un viejo conocido: el virus influenza. En febrero el Ministerio de Salud de la Nación emitió un alerta epidemiológico por un aumento rápido de infecciones por virus influenza cepa AH3N2 y a partir de allí se incrementó la demanda de uso del sistema de salud público y privado. 

El retorno a la presencialidad plena en los jardines y colegios, el uso opcional del barbijo y la relajación por parte de la población en general, sumando a que los niños nacidos durante dos años no estuvieron expuestos a las virosis durante 2020 y 2021 como si les pasó a sus hermanos mayores, confluyeron para generar una situación de alto contagio de infecciones respiratorias, tanto leve como graves y por toda clase de micororganismos: los resfríos por rinovirus, las laringitis por parainfluenza y adenovirus, la gripe por el virus influenza, las bronquiolitis por VSR, las infecciones pulmonares y otitis por neumococo y por supuesto el Covid, que vuelve a tomar fuerza para una cuarta ola que ya fue reconocida por las autoridades de salud nacionales y provinciales.

El nivel de vacunación para dos dosis es muy alto, pero no ocurre lo mismo para la tercera y cuarta dosis (primer y segundo refuerzo) Esa sensación de seguridad que mencioné antes produjo relajación en las medidas generales de prevención, pero también en la concurrencia a vacunarse que bajó de casi 600 mil dosis de vacuna por día en todo el país en enero (pico de la tercera ola) a menos de 100 mil vacunas aplicadas por día actualmente.

Los pacientes que se internan en el Hospital Centenario tienen el esquema de vacunas incompleto o no tienen vacunas (niños menores de tres años o adultos que optaron por no vacunarse). Pediatría tiene en este momento dos niños internados por Covid confirmado, uno de ellos con una comorbilidad neurológica. Respecto a los adultos, hay cinco pacientes internados en la UTI Respiratoria (antes UTI Covid) por diversos motivos, ninguno por infección Covid.

La foto de la sala de espera de la Guardia de Pediatría muestra una alta demanda, por fiebre y mocos, algunos requieren internación. Todos los días hay dos pediatras de guardia y algunos fines de semana se suma un tercer pediatra de día. Se espera la autorización desde Paraná para contratar un tercer pediatra las 24 horas para reforzar la atención por guardia durante la época de baja temperatura. 
El retraso en la atención por la sobredemanda en Pediatría llega a una hora en los momentos picos y cada médico de guardia escribe la atención de entre 80 y 110 pacientes en la historia clínica en un período de 12 hs de guardia.

Los niños de 3 a 11 años tenían indicada dos dosis de vacuna Sinopharm,  pero el COFESA avaló recomendar la aplicación de un refuerzo, preferiblemente Pfizer para mayores de 5 años y Sinopharm  para niños de 3 y 4 años.

La semana que viene el Ministerio de Salud de la Provincia realizará una capacitación para dirigida al personal para poder organizar una posta respiratoria, para la atención inmediata de los menores de 5 años con infección respiratoria: Martes 24 en Paraná, Jueves 26 en Concordia y Viernes 27 en Gualeguaychú.
 

Todavía faltan dos meses para las vacaciones de invierno. El receso escolar de invierno es lo que corta las epidemias, al mandar a los niños dos semanas a la casa. ¿Por qué dura dos semanas las vacaciones de invierno?  Tiene que ver con el período de contagio del virus influenza, que es de hasta siete días. Al tomar dos periodos de contagio, para tener un margen de seguridad, los niños vuelven en Agosto a clases, con muchos menos cuadros de fiebre y mocos y eso provoca un descenso importante en las consultas e internaciones. 

Durante la Gripe A del 2009 se adelantó el receso de invierno y las vacaciones fueron de cuatro semanas. Una medida eficaz que demostró utilidad para controlar la circulación de ese nuevo virus por aquellos tiempos.

Por el momento estamos en una fase ascendente de infecciones y contagios, lejos de las vacaciones de  invierno. Se recomienda a la población de riesgo vacunarse para Gripe (y Neumonia aquellos que tienen indicación) y para todos completar el esquema de vacunación Covid 19 con tercera o cuarta dosis segun corresponda.

(*) Franco Navarro es columnista especializado en Salud para R2820 RADIO